martes, 26 de abril de 2016

De mi, pendiente.

Cubro la esperanza con malicia ajena
de restos inocuos y sumas que restan,
es que poco entiendo lo que nada fue,
lo que casi nunca me siguió en vaivén.

Así pasó el tiempo estrechando manos
asegurando risas o desterrando halos,
cubriendo huecos con tonos difusos
imágenes hartas: desdén oculto.

Para de tan pálida voz no queda estela,
me muero y ansío los ritos sin velas,
porque ya resta poco de lúgubres cantos,
necios mis ojos que sueñan tinieblas.  

Enero de 2016.

No hay comentarios: