sábado, 30 de mayo de 2009

A pesar de todo, hoy ya no...

No creo en tu mirada,
parece más seca y fría esta vez...
La luz en tu rostro refleja otros días,
y mientras,
quemamos años de espera sin auxilio.

Y tampoco puedo escucharte,
contenerte y buscarte otra vez,
porque ya me entregué al paso y mi tristeza,
imagino mis sueños entre anhelos distintos,
que probables, posibles o no,
dan sentido al palpitar del reloj.

1 comentario:

Pascual Herrera dijo...

El poema, en general, no tiene desperdicio. A mi, en particular, me trae a la mente muchos hechos del pasado que fueron y no llegaron a ser, y que el presente trae a traición. Quizas, al escribir esto me centre más el el verso "quemamos años de espera sin auxilio." Saludos desde Canarias.