Para dejar de extrañarte,
me dedico y le canto a todos tus cabellos,
a la suavidad de tus palabras,
a la lluvia de tu alma a veces sin vigilo:
soy espía de tu mirada.
Y si a veces me he perdido en alguna fe
es porque apenas termino tu altar,
ahí donde guardo la energía de tus mañanas.
la pasión de tu silencio,
y el calor de lo que ya no recuerdo.
1 comentario:
intensamente sentimentalismo... wow!
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