El 17 de julio de 1959, Billie Holiday murió en una cama de hospital a los 44 años, mientras “la justicia” esperaba su recuperación para encarcelarla. El mismo año y pocos meses después de que Miles Davis, ya independiente de la heroína, grabara la magnífica obra Kind of Blue, esencial en la historia de la música contemporánea.
Frank Sinatra, Sarah Vaughn, Carmen McRae y un sinfín de artistas consagrados precisamente por su expresividad, evocaban al espíritu de Holiday, quien nutrió de melodrama y fraseo fino a la canción popular estadounidense, y en concreto, al jazz. Nadie como Holiday para incorporar auténtica emotividad interpretativa a cada pieza.
La carrera de Lady Day suele dividirse en dos facetas distinguibles por su fuerza vocal. Una vida dura llena de golpes reflejó al final una voz más ronca, más ácida, pero igualmente, más expresiva, violenta y penetrante.
Escuchar a Holiday es contemplar desnuda su alma, a veces convertida en espejo. Es un profundo viaje hacia un mundo intenso, real, normalmente oculto, refugio de sentimientos. A continuación, un poco de esta estrella tempranamente caída:Luego de estas dos joyas en video, una pieza que causó conmoción por su letra y la inolvidable interpretación de Billie Holiday:
Una increíble reunión de grandes jazzistas:
Una pieza que refleja en mucho el sentir y la vida amorosa de Billie:
Bajo el mismo tenor, otra tremenda interpretación:
Y una de sus últimas actuaciones:
1 comentario:
bellísima voz, aplausos. lindísimo homenaje Mau...
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