miércoles, 30 de septiembre de 2009

Magnum Opus Vol. II. 03 Esas voces que respiran.

Voces ocultan su rostro,
alejan toda evidencia,
aunque no pueden evitar existir
y gritar como que cantan.

Elípticas,
sin más alma que su tiempo,
también suenan heridas,
por aquellos amaneceres
y el frío de este sol.


lunes, 21 de septiembre de 2009

Magnum Opus Vol. II. 02 Sequía.


Sequía by mybravestmask

Todo todos era agua,
después, el grito vacío de la sed.



Para la segunda edición de Magnum Opus Vol. II, es necesario también concentrarse en el proceso que el hombre a veces llama natural, y que tiene que ver con esa destrucción que progresivamente ha secado nuestros ojos... y nosotros sólo preocupados por saciar la sed de nuestras bocas.

martes, 15 de septiembre de 2009

15 de septiembre de 1980.


Hoy, recordar al "poeta del piano", quien con su única visión armónica conjuntó lo más hermoso de la música de concierto, con la vital síncopa del jazz. Bill Evans fue un artista innagotable, en constante crecimiento y exploración sonora.



Además de sus brillantes composiciones e ideas innovadoras, Bill Evans fue un apasionado de la forma musical y sus posibilidades, por lo que también dedicó un tiempo de su espléndida carrera a la realización de diversos estudios y métodos, compartiendo así su amplio conocimiento con la juventud.

Un pequeño espacio y tiempo para recordar escuchando a uno de los pianistas más impresionantes del siglo XX, a un artista cuya personalidad musical y talento, le concedieron un lugar entre los más grandes de la humanidad.

A continuación, algo de su maravillosa música: Waltz for Debby, una de sus primeras piezas en cronología y belleza.



Una aproximación singular del clásico Beautiful Love:



Ahora, en 1979 con su último y uno de los mejores tríos que formó:



A pocos días de morir, una de sus últimas y más memorables actuaciones:



BILL EVANS 1929 - 1980.

A 29 AÑOS DE QUE NOS DEJARA EN SILENCIO.

lunes, 14 de septiembre de 2009

Versos aislados.

Fue el hastío, la razón o el destino:
nos hicimos fuertes cada vez,
en cada mirada,
en tu azul y nuestro amanecer.

Y comprendí diversos caminos,
horizontes profundos,
el destino pintado de cielo
porque significábamos más,
poco o más,
que el simple anhelo.

Cantos de armonia errada,
seguimos hasta ahogarnos,
los minutos tan fríos
y nunca lo sentimos,
incluso, no morimos,
de hecho aún mentimos.